*Por Diego Kaminker, socio fundador de Kern Information Technology y miembro del Board de HL7.
HL7 FHIR es el estándar de interoperabilidad más avanzado de HL7. HL7 es el acrónimo por el cual se conoce a HL7 INTERNATIONAL, la organización desarrolladora de estándares que creó FHIR, hace 10 años atrás con su primera versión. Podemos decir que básicamente se trata de la web, pero para la industria de la salud.
Cualquier sitio o aplicación de internet está basada en brindar la posibilidad de intercambiar información y que por la naturaleza descentralizada de la web, esa información esté distribuida entre varios servidores para que cualquier aplicación pueda acceder si sigue algunas reglas básicas, como por ejemplo: qué es lo que puede pedir, de qué manera, con qué mecanismos de seguridad. Eso es FHIR para la Salud, y tiene la función de responder a esas preguntas.
Durante mucho tiempo la interoperabilidad fue una invitada que llegaba tarde a la fiesta. Cuando todos los demás ya habían conversado, almorzado y al momento del café, llegaba con las preguntas. “Todo funciona, ¿pero cómo conectamos los sistemas?”. Las empresas de salud están tomando conciencia lentamente, y espero que no sea tarde, que sin interoperabilidad, no pueden funcionar.
El sueño del repositorio o sistema único, si bien se sigue vendiendo a políticos y empresarios, muy pronto deja de ser realidad. Siempre vamos a tener que conectarnos con el sistema de enfrente, o con un nuevo sistema que incorporamos, o porque nuestra empresa se une con otra.
Por lo tanto, hay ciertas dimensiones de todos los proyectos de interoperabilidad en salud que son comunes y que debieran ser considerados. En el inicio de los proyectos de índole clínico, no sólo hay que conocer los objetivos (qué es lo que queremos compartir y para qué objetivos clínicos/administrativos/financieros), sino entender que detrás de los proyectos exitosos hay cuatro pilares indiscutibles:
1. Transporte seguro, autorización, autenticación y auditoría: saber que nadie puede espiar lo que se intercambia y que cada usuario tiene acceso solo a lo que corresponde, y que nadie puede modificar los datos sin autorización. Saber quién visualizó qué datos sobre qué pacientes, cuándo, y desde dónde.
2. Identificación unívoca de entidades: el “quién es quién”: pacientes, médicos, organizaciones, aseguradoras, usuarios, etc.
3. Catálogos: Determinar qué servicios les brindamos a los pacientes (prácticas, estudios, etc.), qué características registramos de ellos (resultados de tests, diagnósticos, alergias, problemas), qué medicamentos podemos recetar, usando los vocabularios más generales y de uso global posible.
4. Consentimiento: Especificar qué datos permite cada paciente compartir, y con quién. El paciente debe estar al mando de su información.
Una vez puestos en práctica estos 4 pilares, comienzan a intervenir las necesidades de cada proyecto y el particular ingenio disruptivo, como por ejemplo qué parte de la salud quiero cambiar y cómo lo hago. Recién, podemos pensar en este punto con tranquilidad luego de haber resuelto estos 4 pilares.
Resumiendo, FHIR nos otorga una estructura para expresar los datos que se intercambian, para que cualquier desarrollador los pueda entender, y una manera de asegurar la validez de lo que se está tratando de enviar/recibir.
FHIR tomó “por asalto” la industria de la salud. No existe un país que no esté involucrado en proyectos de salud digital, y cualquier proyecto de este sector empieza por la implementación de los 4 pilares, habitualmente si tiene menos de 5 años, usando FHIR.
Bajar el costo de la integración con las historias clínicas de unos cuantas decenas de miles de dólares, que es lo que costaba hace 5 años, a unos pocos cientos de dólares, es la única manera de que esto funcione. Imaginen solamente la implementación de Apple Health, donde el estándar subyacente es FHIR. Cualquiera con un iPhone puede atenderse en un hospital en Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido y obtener sus datos desde la aplicación incluida desde el sistema operativo IOS12 en el teléfono. Apple no le pagó nada a los hospitales, el paciente no le pagó extra a Apple, el hospital no le pagó extra a su proveedor de historia clínica. Y esto multiplicado por miles de hospitales y clínicas.
En conclusión, HL7 FHIRes el estándar del futuro, pero hoy. Es lo que nos va a permitir derribar los silos de información de manera evolutiva, y esto ya está disponible y es posible. No es necesario pasarnos 15 años modelando para después pensar qué hacer, y no tenemos que obligar a los desarrolladores a aprender tecnologías obsoletas o crípticas. Tienen que usar lo que acostumbran a utilizar: la web. Y en beneficio de la salud.